El abrazo del tango es como el proceso de sanar una herida.
Para la mayoría todo comienza por el anhelo de reparar una herida, visible o invisible, dentro de uno mismo. A veces esa realidad es evidente: la pérdida de un ser querido, un divorcio, la necesidad de socializar para combatir la soledad, superar la timidez o incluso la recomendación de un médico para recuperarse de enfermedades cardíacas u otras condiciones que requieren un movimiento lento pero constante. Otras veces, la herida es menos visible, un dolor silencioso en el alma que lleva a las personas a buscar el abrazo y la conexión que el tango ofrece.
Cuando los bailarines pisan la pista por primera vez, a menudo lo hacen en un abrazo abierto, una postura de seguridad donde se mantiene una distancia que refleja la etapa inicial de la sanación de una herida: la piel está abierta, expuesta y vulnerable. Así como un médico puede aplicar puntos o medicinas para comenzar a cerrar el tejido, el abrazo abierto proporciona la estructura necesaria para construir confianza y establecer comunicación.
En estas primeras etapas, las emociones que despierta el abrazo pueden sentirse tensas, incómodas o incluso dolorosas, como el tejido que cicatriza alrededor de una herida. El abrazo puede arder con vulnerabilidad, ya que salen a la superficie viejos traumas e inseguridades. Si se empuja demasiado pronto o con demasiada fuerza, la herida corre el riesgo de reabrirse, retrasando el proceso de sanación. Por eso, la paciencia y la compasión son esenciales. Al respetar los límites del cuerpo y las emociones, el abrazo gradualmente se vuelve más natural, más suave y más cercano.
Con el tiempo, así como la piel recupera su textura y flexibilidad, el vínculo emocional dentro del abrazo se fortalece y se relaja. Los bailarines se encuentran unidos, pecho con pecho, rindiéndose al momento.
También podemos comparar esta profunda conexión con la íntima quietud de quedarse dormido en los brazos de alguien. Al principio, el cuerpo permanece alerta, cargando la tensión acumulada durante el día. Ambos están conscientes de los movimientos del otro, cuidadosos de no perturbar la frágil tranquilidad. Pero a medida que crece la confianza y los ritmos de sus respiraciones se sincronizan, el cuerpo se ablanda. Hay un momento sagrado en el que la última pizca de tensión desaparece, y se siente cómo el peso del otro realmente se relaja en el propio cuerpo, un abandono que habla de comodidad, seguridad y un entendimiento silencioso.
Sin embargo, este delicado equilibrio requiere cuidado mutuo. El abrazo del tango, como quedarse dormido con alguien, es un espacio compartido de vulnerabilidad. La tensión repentina de un compañero—un sobresalto, una contracción—puede interrumpir la rendición del otro, sacándolo del momento. El proceso implica una danza de dos, y el abrazo prospera cuando ambos compañeros se mueven con compasión y sensibilidad, creando un espacio para el viaje del otro.
En la Escuela del Abrazo, entendemos que el camino hacia el abrazo de tango no se trata solo de aprender pasos o ejecutar figuras. Se trata de sanar heridas, fomentar confianza y construir conexión. Guiamos a nuestros alumnos a través de este proceso con cuidado, tomándolos de la mano mientras enfrentan las emociones y los desafíos que surgen.
Nuestra obsesión no es solo enseñar tango, sino crear las condiciones para que las personas se entreguen al abrazo y descubran su verdadera magia.
El tango es más que un baile. Es un espacio donde dejamos de defendernos, donde nos atrevemos a apoyarnos en el otro y donde encontramos un momento de pura intimidad: un lugar de descanso, conexión y respiración compartida en el abrazo de la música.
Gracias Maria. Todos de alguna forma estamos rotos.. un poquito mas ...o menos. Y es claramente un proceso cerrar el Abrazo... relajar, confiar.
Gracias por el cuidado, y el respeto en la enseñanza del Tango y en el cuidado de cada Uno de nosotros que vamos aprendiendo a cerrar el abrazo!
Maravillosa descripción del abrazo en el tango que seguro lo voy a lograr con tú gran profesionalismo y calidad en la fabulosa Escuela del Abrazo. Mils gracias!!!!
EXCELENTE MARI .!!!!!!!!
Hermosa reflexión tan real , gracias por compartir este hermoso el texto!!!